Dentro del mundo del
fútbol de salón existen unos actores, que casi pasan desapercibidos dentro del
rectángulo de juego, aun cuando estos tienen un desempeño bien importante en
los escenarios. Son los árbitros, uno de los pocos y en la mayoría de las veces
los únicos, que hacen presencia activa durante los tiempos regulares de juego
demostrando el arte de arbitrar; además no sólo eso, sino que tampoco solicitan
tiempo para tomarse un descanso más allá del que solicitan los equipos
contendores de cada oportunidad. Su preparación física debe ser óptima, y aun
así corren riesgo de sufrir lesiones, producto del esfuerzo físico propio de la
competencia, otras ocasionadas por la incomprensión de quienes creen conocer
mucho del reglamento, su aplicación y la apreciación, como “arbitro de tribuna”,
y también las mismas pueden ser por el contacto físico con los objetos del
juego o con los mismos jugadores.