Dentro del mundo del
fútbol de salón existen unos actores, que casi pasan desapercibidos dentro del
rectángulo de juego, aun cuando estos tienen un desempeño bien importante en
los escenarios. Son los árbitros, uno de los pocos y en la mayoría de las veces
los únicos, que hacen presencia activa durante los tiempos regulares de juego
demostrando el arte de arbitrar; además no sólo eso, sino que tampoco solicitan
tiempo para tomarse un descanso más allá del que solicitan los equipos
contendores de cada oportunidad. Su preparación física debe ser óptima, y aun
así corren riesgo de sufrir lesiones, producto del esfuerzo físico propio de la
competencia, otras ocasionadas por la incomprensión de quienes creen conocer
mucho del reglamento, su aplicación y la apreciación, como “arbitro de tribuna”,
y también las mismas pueden ser por el contacto físico con los objetos del
juego o con los mismos jugadores.
Las lesiones no sólo
físicas sufren los árbitros, en otras ocasiones padecen de lesiones
psicológicas, las cuales si no son tratadas en buen tiempo y de la forma
correspondiente, éstas causan traumas difíciles de superar. Además del riesgo
de desarrollar “tinnitus” producto del uso del silbato, el cual puede dañar el
sistema auditivo como así ha sucedido con árbitros que de manera recurrente
usan el silbato. Es prudente que los árbitros estén consiente de su preparación
previa a la competencia, que la misma no sólo debe hacerse en cuanto a lo
físico, y en cuanto al conocimiento del reglamento y su aplicación, sino
también estar a la par con la mecánica arbitral de tal forma, que el buen
manejo de la misma permita aporte para sí mismo, confianza plena, seguridad
interna y fortaleza integral como árbitro.
El fútbol de salón es
uno de los deportes de mayor práctica y afición, por lo que requiere de entrega
constante durante todos los minutos de juego, es una exigencia que requiere que
los árbitros estén en saludables condiciones físicas y psicológicas, lo cual es
posible con una excelente preparación previa al evento donde se desempeñará
quien tenga la responsabilidad de ser árbitro. Otra de las lesiones recurrente
en los árbitros son las musculo-esquelética
las cuales también en algunas ocasiones llevan a otras lesiones de las cuales
es algo difícil recuperarse y superar en tiempos prudentes. Es ideal que exista
una eficiente preparación, no sólo desde el punto de vista teórico, sino
también desde lo práctico para que las condiciones física de los árbitros
siempre sea óptima. Es una desventaja no tener conocimientos sobre
Teorías del Entrenamiento Deportivo, y de como desarrollar entrenamientos
especiales, pero debemos apuntar hacia la superación de todas esas situaciones.
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