Muchas personas han vivido cambios importantes en el trayecto de su
vida; cambios de los cuales algunos los eligen y otros que no son
elegidos. Cambios de equipos, de compañeros, de pareja, de amigos,
de ciudad, de país, rupturas de relaciones y pérdidas de seres
queridos. Por lo general, la vida es cambio, los cuales son la
crónica de la vida personal y deportiva de las personas; solo que en
algunas ocasiones no es fácil saber como y cuando se ha conseguido
cambiar para hacer la adaptación a los correspondientes cambios. En
esencia, ninguna adaptación es definitiva; algunos expertos señalan,
que la montaña se erosiona, el río fluye, los cuerpos envejecen,
las personas cambian la forma de ver el mundo y los comportamientos
evolucionan.
Un entrenador, un jugador, un arbitro y hasta un aficionado tiene
diminutos cambios, los cuales se producen de forma continua, y en la
mayoría de las veces las personas no son consciente de los cambios.
Amigos lectores, en algunas ocasiones la noche sorprende a quien está
leyendo este texto, aun cuando la puesta del sol ya lo había
anunciado. Algunos podrían pensar, que si se anticipa, o se resiste
a dichos cambios, conseguirían orientar mejor el sentido que se
quiere dar a la evolución personal y deportiva, y convertirse en el
director de dichos cambios. Pero existe, la propuesta de hacer un
enfoque, que en lugar de que la persona se sienta como una hoja en el
viento a merced de fuerzas ajenas, se sienta como el vendaval que
genera las circunstancias que necesita la trayectoria o la carrera
tal y como lo desee.
Amigos lectores, son tiempos importantes los vividos y los que
tenemos por vivir en cualquiera de los espacios donde nos demos la
oportunidad de hacerlo. Cambios para transformar, para evolucionar o
establecernos aun cuando se este en equilibrio. Una temporada que
permitió hacer grandes reflexiones no sólo dentro del fútbol de
salón, sino además en otros ámbitos, que ayudan a vincular cada
acción como propuestas general de cambios y de avances. Es propicio
el momento, para darnos un gran abrazo de gol, y como para cuidar
todos los flancos, estar pendiente de resguardar una buena defensa
con un ataque sostenido en disciplina dentro del rectángulo de la
vida que nos permite el fútbol de salón. Nos contactamos en la
próxima columna, deseo para todos ustedes que tengan una navidad de
mucha gloria y un fin de año de propuestas cristalizadas.
Para
contactos @joseceden
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